miércoles, 20 de agosto de 2008

Poema dedicado a Joaquín Sabina



Compañeros, como antes solicitado por amigos del Movimiento
Poético del Cibuco, comparto con ustedes el poema dedicado a
Sabina, El ímpetu de los rayos. Este poema se encuentra en la sección
Esferas, de mi poemario, Hervor de la piel. Considero a Sabina
como una voz única para todos aquellos que buscan encontrar
libertad en el arte de la palabra, o más aún, deleitarse con
un vocablo donde imperan las ironías de manera magistral. Sus versos saben
trascender los rincones de la existencia sin suprimir las realidades que
se describen a través de palpables historias. El cantautor español
es un icono del lenguaje y lo más apasionante de su obra es que este
gran artista rompe las estructuras formales de la palabra con elocuentes
versos al estilo poético-urbano. Para los amantes de la música con
sentido y las buenas letras, Joaquín bien podría identificarse como
la bandera de la libertad en la palabra desde su máxima expresión.


EL IMPETU DE LOS RAYOS
A JOAQUIN SABINA


He llegado hasta aquí
a brindar
porque el linaje de la palabra no desvanece,
porque la entrega es un talismán
de intensos destellos.
Brindo
por los cuartos menguantes pasados,
por los venideros,
por la magia de los faros,
por la verdad que abunda
en todos
los meses de abril.
Brindo por el poeta,
ese que discierne la ninfa del vino
y sonríe en el aliciente fervor de Madrid.

Este mundo está sumido en tantos suburbios
que envejece cuando alguien calla.

El no.

Es un sorbo de agua
gestando estelas
con la trascendencia del aura.
Concibe armonías puras
cual libélula
que difunde
la fragilidad de su después.


He llegado hasta aquí
porque la luz no desvanece,
a brindar
por el solemne poeta,
ese que dicta las pautas
de los versos del oro
y trae consigo
el ímpetu de los rayos.

martes, 19 de agosto de 2008

Poemas Del Autor


HERVOR DE LA PIEL


Robar la transparencia
urdida
que sobra de la sábana,
junto a ella caminar
por los poros sueltos
que te adormecen;
afirmo:
la desnudez es una colmena de mañanas
reflexiono:
cuántos peces nadan
sin saber qué destino
les espera,
cuántos mueren
sin algún rumbo
emprender.
Serás el embudo
que succione la forma
del arco iris;
luego abriré la ventana de la llama
y dejaré que tu cuerpo
arda muy despacio
sobre este insaciable hervor.



MARIPOSA


Ella

absorbe
el elipsis que
vociferan
las caricias,
carcome
el umbral
de la ineludible miel;
sosegada,
ciñe un presagio
en la ascendente
acrobacia de los
labios.


Ella

no es más
porque
el universo
es sonámbulo
y hechiza
su pictografía,
sin embrago
ante pausas
y emblemas
indescriptibles
la prefiero
mariposa
junto
a mil
constelaciones.



CONCIERTO PARA DOS


deja que la niebla
y el arrecife mezan tu matiz de selva

deja que la arena
agote su rocío conciliado

deja que la serpiente
arrastre su desdicha hasta aleudar

deja que la manzana
asedie la esfera de marfil

deja que la cortina
se deshaga sobre el librero

deja que la llama
extraiga nuestra pasional sinfonía.